FAST-FASHION-MINDFACT- COMERCIO JUSTO

Las materias primas se cosechan, se esquilan de cualquier forma posible. Este proceso es un proceso agrícola, a menos que se trate de materias primas como las fibras artificiales. Las fibras artificiales se extraen directamente en las fábricas, de lo contrario, la extracción de la materia prima consiste principalmente en la cría de plantas o animales hasta que se recoge la cosecha.
Para ello se utilizan pesticidas, fungicidas, herbicidas e incluso más productos químicos.

Los países con salarios bajos en los que se producen los materiales o materias primas provocan mucha pobreza y sufrimiento. La gente de allí suele verse obligada a trabajar en las condiciones laborales más imposibles debido a las difíciles leyes y normativas sobre derechos humanos para poder sobrevivir.
Sólo así es posible mantener unos estándares textiles cada vez más baratos. Por la colaboración amistosa de los países de salarios bajos y la quema de sus trabajadores para obtener un producto barato que se venda bien en el mercado de los países industrializados ricos.
A esto hay que añadir el transporte masivo, los productos químicos y, por tanto, la contaminación del medio ambiente. Contaminación industrial del agua. Violación de los derechos humanos.

Gracias a una serie de leyes protectoras, la forma de fabricar productos baratos está prohibida en los países ricos como europea.

Pero el comercio de estos productos no lo está. De ahí la macabra expresión. Al comprar una camiseta por 10 euros, todo está incluido en el precio:
Las materias primas (algodón, lino, fibras de cáñamo, lana o seda, por ejemplo) se transportan desde los países donde se cultivan hasta las fábricas que las transforman en tejidos. Al igual que los cócteles químicos necesarios para producirlas.
A continuación, el material se devuelve a las fábricas que lo transforman en productos finales, como ropa, zapatos… paraguas, toallas.
A continuación, los productos finales se distribuyen a los países de sus clientes que ordenaron los productos finales.

La exitosa máquina de marketing en la que todo el mundo sabe que cada año se necesitan nuevos colores y estilos. No importa que lo viejo esté roto. Y luego están las poderosas estrategias de marketing de las ciudades contaminantes, que fuerzan una oleada de ofertas tras otra. Nuevas vallas publicitarias, nuevos carteles… Descuentos, descuentos, descuentos